Cannabis: un alimento para combatir la malnutrición
La malnutrición, ya sea por sobrepeso, por emaciación o por carencia de micronutrientes, afecta la calidad de vida de alrededor de 2,362 millones de personas alrededor del mundo según la Organización Mundial de la Salud. Cuando pensamos en una solución para este problema, quizás lo primero que nos viene a la mente no es el cannabis. Aunque esta planta es más conocida por uso en infusiones gastronómicas, la realidad es que se trata de un alimento en sí mismo y todas las partes del cannabis crudo aportan importantes nutrientes que se pueden comer sin generar efectos psicoactivos.
Las hojas, los troncos, las ramas y los cogollos de la planta son comestibles y nos proporcionan nutrientes esenciales que son benéficos para nuestra salud, como omega-3, aminoácidos, fibra dietética, enzimas, minerales, flavonoides, proteína, vitaminas y fitocannabinoides. El Dr. William L. Courtney, un conocido activista cannábico, fue quien popularizó el jugo de cannabis, mismo que se hace a partir de todas las partes del cannabis crudo ya mencionadas.
El cannabis crudo contiene THCA (ácido tetrahidrocannabinol) y CBDA (ácido cannabidiol co).
El THCA tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antieméticas, es decir, que ayuda a aliviar las náuseas y el vómito. Por otra parte, el CBDA también tiene propiedades antiinflamatorias y antieméticas, pero además ha sido estudiada su habilidad para combatir la mutación de células tumorales. Existen recetas para incorporar las hojas y tallos del cannabis crudo en ensaladas acompañado de hojas de lechugas y espinacas.
Las semillas de cáñamo también son un alimento altamente nutritivo, sobre todo para aquellos que buscan mejorar su ingesta de proteína. Asimismo, estas semillas son una gran fuente de fibra y omega-3. Las semillas de cáñamo nos ayudan a mejorar la digestión, la salud cardiovascular y a mantener un correcto funcionamiento de nuestro cerebro.
Otra manera de incorporar el cannabis en nuestra dieta puede ser mediante el aceite de semillas de cáñamo, que contiene ácidos grasos que no pueden ser elaborados por el ser humano naturalmente, pero que sí son necesarios para su nutrición. La leche de origen vegetal se ha vuelto muy popular en años recientes y la leche de cáñamo es de las alternativas más nutritivas en esta categoría, ya que cuenta con más proteínas y grasas saludables que la leche de arroz o la leche de almendras.
Un licuado hecho a base de leche de cáñamo y con semillas de cáñamo agregadas es una gran manera de impulsar nuestra nutrición por la mañana. Estas semillas son tan versátiles que se pueden espolvorear sobre la ensalada, agregar a la avena, mezclar con el hummus o inclusive añadirse a la mezcla de galletas y muffins.
Considerando que en muchas partes del mundo, la planta del cannabis puede crecer fácilmente, resulta fácil concluir que este alimento, en sus distintas formas; podría ayudar a muchísimas personas a nivel global que padecen de malnutrición.
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