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Cannabis y nicotina: ¿Similares u opuestos?

¿Uno reemplaza al otro? ¿El riesgo es el mismo? ¿Tienen la misma incidencia de cáncer? Son algunas de las preguntas que se hacen los usuarios al comparar el tabaco y el cannabis. ¡Sigue leyendo para descubrir las respuestas!


Al comparar el tabaco con el cannabis de uso adulto tenemos dos compuestos: para el tabaco, la nicotina y para el cannabis, el tetrahidrocannabinol (THC). Ambos son compuestos psicoactivos, sin .embargo, trabajan de manera distinta.


Mecanismo de acción


La nicotina es capaz de unirse a los receptores nicotínicos en diferentes áreas del cuerpo incluyendo estructuras nerviosas y cerebrales (corteza, tálamo, amígdala, tronco y núcleos de la base), y en el músculo. Produce un efecto estimulante, facilitador de memoria, y reductor de estrés, que predispone al consumo habitual.


Por otro lado, el THC puede ser consumido por vía inhalatoria, oral o sublingual (depende del producto) y se une principalmente a receptores cannabinoides 1 (CB1) ubicados en el sistema nervioso central que participan en la regulación de la actividad motora, del aprendizaje y la memoria y de la nocicepción y desempeñan un papel notable durante el desarrollo cerebral.


Efectos adversos y riesgos


Para nadie es un secreto que el consumo del tabaco y la nicotina es un factor de riesgo que afecta al sistema cardiovascular (mayor incidencia para aterosclerosis, enfermedad coronaria, hipertensión arterial, ataque cardíaco), el sistema nervioso (mareos y aturdimiento, problemas de sueño), y en el sistema gastrointestinal (náuseas y vómitos, boca seca, indigestión, úlceras pépticas, diarrea, acidez estomacal)


Los efectos adversos del THC generalmente son leves o moderados y dependen de la dosis y de la vía de administración. Los más comunes pueden ser relajación, somnolencia, aumento del apetito, mayor percepción sensorial, en algunos casos, provoca alteración de la percepción y la concentración, sin embargo, muchos usuarios comentan que el consumo de cannabis les ayuda a concentrarse. Es importante recordar que consumir altas dosis de THC tiene riesgo de alucinaciones, desorientación y esquizofrenia en pacientes con predisposición genética.



Riesgo de cáncer y mortalidad


Se sabe que el humo del tabaco contiene más de 7.000 sustancias químicas, de las cuales unas 70 son cancerígenas. Consecuentemente, se relaciona a mayor incidencia y riesgo de cáncer de pulmón, de laringe, de boca, esófago, garganta, vejiga, riñón, hígado, estómago, páncreas, colon y recto, y cérvix o cuello uterino. Según la OMS, el tabaco mata a 8 millones de personas cada año (7 millones de fumadores activos y más de un millón de no fumadores afectados por humo de fuente ajena).


En el otro lado de la moneda, el cannabis se ha considerado una droga anticancerígena puesto que el THC como otros cannabinoides pueden inhibir el crecimiento de tumores, y en situaciones experimentales, han logrado eliminar las células cancerígenas.


Sin contar que el cannabis y el THC han sido una alternativa para pacientes con cáncer, ayudando a aliviar el dolor asociado a la enfermedad y el tratamiento (quimioterapia), mejorar el apetito, el estado de ánimo, y los síntomas gastrointestinales (náuseas y vómitos).


No existe un registro sobre muertes relacionadas directamente con el cannabis, ni hay reportes de sobredosis de THC en humanos. Cabe destacar que existe cierto riesgo de cáncer de pulmón con la inhalación de cannabis que no está relacionado a la planta sino a los compuestos generados en la combustión. Es por ello que con el uso de vaporizadores para la administración de vapores de cannabis sin carcinógenos, se disminuye en gran medida el potencial cancerígeno del cannabis fumado.


Adicción


Según los resultados de una revisión sistémica, el cannabis es menos adictivo que otras sustancias de uso frecuente, como la nicotina, que tiene una tasa de adicción del 32%, la heroína, que tiene un 23%, la cocaína, un 17% y el alcohol un 15%. Con el cannabis, hay alrededor de un 9% de posibilidades.


En conclusión, el uso de cannabis y el THC es mucho más seguro que el tabaco y la nicotina, sin embargo, siempre hay que tener en cuenta que al momento de usar cannabis se deben tomar consideraciones especiales en cuanto a la dosis, frecuencia de uso, cantidad de THC y otros cannabinoides, y vía de administración para aprovechar mejor los beneficios de la planta.


*La intención de este material es netamente informativa, para iniciar tratamiento con cannabis medicinal consulte con su médico o especialista.


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