Cepas de cannabis nativas de México
La domesticación moderna del cannabis ha permitido crear una gran diversidad de cepas que en la actualidad están disponibles con características deseadas; entre ellas cepas que producen mayores cosechas, tienen aromas específicos, cantidades específicas de cannabinoides, resistencia a plagas, mayor cantidad y calidad de resina; y todo esto ha sido resultado de la selección artificial. Este tipo de selección de la mano del ser humano, busca mejorar características específicas de la planta, algo parecido a lo que hace la naturaleza al elegir al individuo más apto para sobrevivir en determinado ambiente.
La selección natural también ha hecho su parte diferenciando a las plantas de cannabis alrededor del mundo en plantas que ahora conocemos como landraces. Las landraces son variedades de cannabis autóctonas de distintas zonas del planeta, que se encuentran muy bien adaptadas a su entorno debido a que han sido seleccionadas por el más eficaz de los cultivadores: la naturaleza.
Las variedades landraces se conocen por su rusticidad, es decir que son plantas que son muy resistentes a los factores ambientales de las zonas en las que se encuentran. Por otro lado, este tipo de cepas son muy inestables genéticamente si las comparamos con las cepas modernas que encontramos en el mercado; el hecho de que sean plantas inestables genéticamente quiere decir que la variabilidad de su descendencia será bastante alta
Las landraces se encuentran esparcidas por distintas partes del mundo desde Marruecos hasta México. En México, como sucede en otros lugares del mundo, se bautizaron a las landraces según su lugar de procedencia: Michoacana, Acapulco Gold, Guerreran son nombres que se volvieron bastante comunes en esta región al inicio de los años 60.
Estas cepas nativas de México son consideradas plantas bastante altas, que tiene foliolos delgados, un periodo de floración largo y que producen un efecto psicoactivo más cerebral en comparación con aquellas landraces provenientes de Colombia o Tailandia.
Ahora que ya sabemos cómo se originaron estas plantas, es momento de recalcar su importancia. Las cepas landraces, al ser plantas muy bien adaptadas a su medio y bastante resistentes sirven como “lienzos en blanco” para cruzarlas con otras cepas y añadirles características sin perder su resistencia y fácil adaptabilidad. Esto es un punto a favor para los cultivadores modernos que se encuentran constantemente en busca de mejorar sus cepas.
Por otra parte, las landraces al considerarse plantas nativas juegan un rol ecológico bastante importante, tal como lo hacen otras especies de plantas nativas; este tipo de plantas al haberse adaptado muy bien a un determinado lugar geográfico han desarrollado relaciones mutuamente beneficiosas con otras especies como por ejemplo insectos y aves, dependiendo una de la otra para su supervivencia.
Conservar las cepas nativas mexicanas, así como las cepas nativas de cada región; nos puede traer beneficios a los usuarios, pero también al medio ambiente; al mantener estas relaciones con el medio biótico y abiótico que las plantas se han demorado en establecer durante años.
Todavía hay mucho que aprender sobre las posibilidades que el cannabis tiene para ofrecernos, educarse sobre la planta se ha vuelto indispensable en los últimos años. Para empezar tu educación de mano de expertos con años de experiencia en la industria, visita: www.pharmacologyuniversityonline.com
Referencias:
Dinafem. (2017). ¿Cuáles son las principales Landrace de la marihuana?. Obtenido de: https://www.dinafem.org
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